banner
Hogar / Blog / ¿Por qué muchas veces nos despertamos justo antes de que suene la alarma?
Blog

¿Por qué muchas veces nos despertamos justo antes de que suene la alarma?

Nov 17, 2023Nov 17, 2023

Hay personas que dicen que nunca han tenido que utilizar un despertador para despertarse a tiempo. Las razones de esto no están del todo claras, pero sí tenemos una idea de por qué ocurre. Se cree que está conectado a nuestro reloj interno. Todos tenemos un reloj interno. Este reloj interno marca nuestra cronobiología, el horario del cuerpo: cuándo estar despiertos y activos y cuándo debemos tener sueño e irnos a dormir.

Nuestro reloj interno está regulado fundamentalmente por la luz. La información sobre si hay luz natural y cuánta luz entra por nuestros ojos y viaja hasta nuestro núcleo supraquiasmático, que es el principal centro que regula el llamado ritmo circadiano en el cerebro. Esto le indica al cuerpo si es hora de dormir o de estar activo. Además de la luz, existen otros estímulos que influyen en el reloj interno, por ejemplo, los horarios de las comidas. Si tenemos horarios regulares, esa información es muy relevante para nuestro reloj interno. Y también al grado de actividad que tengamos a lo largo del día.

Con esta información, este reloj se sincroniza y llega un momento en el que, si además tenemos un horario de sueño muy regular de acostarnos y levantarnos todos los días a la misma hora, sabemos cuándo tenemos que despertarnos, aunque están durmiendo. Para las personas que llevamos un horario más o menos regular, el reloj interno funciona, y por eso nos despertamos justo antes de que suene la alarma.

Esto también ocurre si nos acostumbramos a despertarnos a la misma hora todos los días durante un largo periodo de tiempo, por ejemplo, cuando estamos trabajando. Cuando llega el fin de semana nos levantamos a la misma hora, incluso sin alarma. Eso es porque nuestro cerebro tiene esa información.

Los factores que regulan nuestro reloj interno ponen en marcha una serie de hormonas como el cortisol y la melatonina. Estas hormonas son las que regulan si estamos alerta o somnolientos. Otro factor que hay que tener en cuenta es la sensibilidad de una persona a la luz. Hay personas que son muy sensibles a la luz y pueden despertarse sin alarma, mientras que otras son mucho menos sensibles y nunca experimentan esto.

Hay otra cuestión que también importa. Según el funcionamiento del reloj biológico podemos distinguir dos tipos de personas. Personas que duermen temprano, que son personas que se acuestan muy temprano y, por tanto, cumplen sus horas de sueño antes y por tanto se despiertan temprano, y personas que padecen trastorno de la fase retrasada del sueño. En el caso de las personas de este último grupo, el reloj interno se retrasa, lo que significa que se van a dormir muy tarde y, en consecuencia, también se despiertan muy tarde. Es muy difícil para este tipo de personas despertarse sin alarma porque siempre tendrán mucha presión de sueño temprano en la mañana, lo que dificulta despertarse. Lo que les pasa es todo lo contrario, suena la alarma, y ​​la apagan una y otra vez.

Además de estos dos tipos, existen otros dos perfiles que se relacionan con cuántas horas duerme una persona. Hay personas a las que llamamos durmientes cortos que pueden estar perfectamente activas durante el día con sólo cinco horas de sueño, y hay otras que necesitan dormir más de las ocho horas recomendadas. Para el segundo grupo, será mucho más difícil despertarse sin alarma, mientras que el primer grupo probablemente será el primero en despertarse.

Si una persona sigue unos horarios de sueño muy regulares, acostándose a las 11 de la noche y levantándose a las 7 de la mañana todos los días, durante la noche, esta persona pasará por ciclos de sueño específicos: primero sueño superficial, luego sueño profundo y luego sueño REM. . Esto también le dirá inconscientemente a su cerebro que después de tres o cuatro ciclos completos de sueño, es hora de levantarse. Por eso se despiertan sin alarma.

Olga Mediano es especialista en neumología, investigando el sueño en el Hospital Universitario de Guadalajara.